Descubren que Clarens usaba lanchas rápidas para sus viajes sospechosos a Uruguay






La ruta del dinero de las coimas

Descubren que Clarens usaba lanchas rápidas para sus viajes sospechosos a Uruguay

Los semirígidos le permiten navegar con solo 30 centímetros de profundidad y llegar en una hora y media.



Una lancha como la que usaba Ernesto Clarens para llevar dinero a Uruguay.
Como en la película “La Reina del Sur” sobre una narcotraficante colombiana afincada en España, Ernesto Clarens hizo una buena parte de sus viajes a Uruguay en lanchas rápidas que le permitían ir y venir a Carmelo en no más de tres horas.
Una de ellas es un semirígido de su propiedad llamado Erclacciola con dos motores fuera de borda que puede navegar hasta con solo 30 centímetros de profundidad y meterse en todo tipo de riacho o islote.
En fuentes judiciales se sospecha que Clarens llevó dólares o euros a Uruguay para depositarlos en financieras locales y desde allí mandarlos, a través de empresas off shore basadas en paraísos fiscales, a Suiza u otro destino final.
El semirígido Erclacciola -tiene las dos primeras letras de su apellido y el nombre del barco que une Carmelo con Buenos Aires- cuenta con el registro (rey) 058314. Lo mandó a construir a un astillero local pidiendo características específicas. 
La mayoría de las veces que viajaba hacía aduana en el puesto de Prefectura llamado Guazú Guazucito, donde los controles son más laxos que en el puerto de San Isidro.
El financista que creó Austral Construcciones y manejó las financieras Credisol y Coficred, entre otras, también viajó a Carmelo, donde tiene una casa, en las embarcaciones Místico, Malayka V y Mecha, y los aviones particulares LV-FUT y LV-CIQ.
Además, realizó viajes en Buquebus y Aerolíneas Argentinas para los 164 traslados que hizo a Uruguay en los últimos años.
Según las fuentes, el puerto de Carmelo que usaba no era precisamente el que entra por el llamado “Arroyo de las Vacas”, sino que "iba directo al puerto del barrio privado El Faro, que comparte con el hotel Four Seasons". Cuando tenía tiempo, se lo veía almorzar en un restaurante ambientado antiguo que se llama Narbona.
Según reveló Clarín, sobre un total de 220 viajes que hizo Clarens, la mayor parte tuvo a Uruguay como destino: 164 veces. Estados Unidos, a donde se le adjudican varias propiedades, fue su segundo lugar predilecto, con 41 viajes. Completa el "podio" España, con cinco visitas.
Aunque a Uruguay también fue en ferry, Clarens se acostumbró a cruzar en embarcaciones privadas a Carmelo, donde frecuentaba el exclusivo barrio privado El Faro. A Uruguay fue 91 veces en embarcaciones privadas.
Allí coincidía con el banquero Jorge Brito, dueño del Banco Macro, con quien supo tejer estrechos vínculos. Incluso, una de sus firmas, Excel Servicios Aéreos, se quedó con un Lear Jet que fue propiedad de Brito.
Curiosamente, pese a tener su propia firma de taxis aéreos, Clarens usaba barcos para ir a Uruguay y también vuelos regulares. Más de una vez, usó un Eurocopter 130B, matricula LV-CFO. Se trata de un helicóptero de la firma HELICORP, del lobbista Jorge “Corcho” Rodríguez, también señalado en los cuadernos.
Así, Clarens se aseguró viajar siempre por una vía distinta a Muñoz, quien según el chofer Centeno recibía los bolsos con millones de dólares que llevaba Roberto Baratta al domicilio de los Kirchner.
 Muñoz fue otro visitante "frecuente" de Uruguay: el programa La Cornisa reveló este domingo que, entre 2008 y 2016, año de su muerte, el secretario de Kirchner cruzó 35 veces del otro lado del Río de la Plata.
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