Política Ultimátum de Macri para desterrar la "cajita feliz" de 13 gobernadores







Ultimátum de Macri para desterrar la "cajita feliz" de 13 gobernadores

El gobierno emplazará a las provincias que no ajustaron sus sistemas previsionales al de la Nación, que generan un déficit de 14.000 millones de pesos y un esquema desigual de retiro de los trabajadores nacionales
El presidente Mauricio Macri junto al titular de la Anses, Emilio Basavilbaso (Foto: NA)
El presidente Mauricio Macri junto al titular de la Anses, Emilio Basavilbaso (Foto: NA)
Se convirtieron en el caballito de batalla electoral de muchos gobernadores. En la Casa Rosada se las conoce como la "caja feliz" de las provincias. Cuentan con un sistema previsional mucho más beneficioso que el del resto del país, sus déficit son sustentados por la Nación y la información de sus beneficiarios por momentos resulta opaca y sugestiva. Pero la época de oro de estos sistemas parece haber llegado a su fin: el presidente Mauricio Macri está dispuesto a dar un ultimátum a los gobernadores de 13 provincias para que armonicen con la Nación las cajas de jubilación de sus distritos bajo la puntual amenaza de cortar el financiamiento de los rojos financieros.
La fecha inicial para avanzar hacia este nuevo mecanismo es el 4 de octubre próximo. Ese día se reunirán el titular de la ANSES, Emilio Basabilvaso, y el secretario de Provincias del Ministerio del Interior, Alejandro Caldarelli, con los ministros de finanzas de las 13 provincias que deben ajustar sus esquemas jubilatorios al sistema nacional como ya lo hizo el resto del país.
"Tenemos la firme intención de que las provincias entreguen información real sobre los beneficiarios, el rojo financiero y un plan concreto de armonización de sus cajas jubilatorias a la Nación para terminar de cubrir un déficit producto de sistemas arcaicos", reveló a Infobae un destacado funcionario de la Casa Rosada. La idea de Macri es que antes del 2019 haya un régimen y un sistema previsional igual en todo el país y que la Nación no tenga que sustentar más los rojos financieros de las provincias en este campo.
Se trata de una negociación mayúscula donde los gobernadores defenderán a capa y espada sus "cajas felices" por una cuestión de rédito electoral. Es que el costo de perder beneficios desfasados de la Nación será muy alto: hay provincias como Santa Cruz, por poner un ejemplo, en la que un trabajador provincial se jubila a los 50 años con el último salario percibido y el 82% mçovil. Es decir, 15 años antes que un trabajador de la caja previsional nacional y sin tener en cuenta el cómputo de los últimos 10 años trabajados como medida de cálculo para el retiro. Mucho menos sin el 82% móvil.
La provincias que no transfirieron sus cajas previsionales y que serán emplazadas por el gobierno nacional son: Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Santa Fe y Tierra del Fuego. Las restantes 11 provincias que ya transfirieron sus cajas previsionales son: Catamarca, la Ciudad, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán.
El otro dato no menor en esta dura pulseada es que durante este año el Gobierno tuvo que cubrir el déficit de las cajas previsionales de las 13 provincias que aún no adhirieron al sistema nacional por un total de 14.000 millones de pesos. En agosto y septiembre el Gobierno destinó $6.000 millones para cubrir ese agujero fiscal.
Un informe reservado del Ministerio del Interior revela que "desde el año 2010 no había ningún tipo de avance de parte del gobierno anterior para compensar a los jubilados de las provincias que no transfirieron la caja jubilatoria, para darles una igualdad de condiciones respecto a los jubilados nacionales o de las provincias con cajas transferidas". De esta manera, el escrito al que accedió Infobae sostiene que "se está buscando tratar de cumplir con la Ley de Reparación Histórica de los jubilados que pone a las provincias que no transfirieron las cajas en la misma posición que aquellas que sí las transfirieron".
Para poder lograr ese objetivo el gobierno necesita determinar cuánto debería aportar la ANSES para un jubilado de esas provincias que no transfirieron la caja, para que pueda cobrar una jubilación y se pueda financiar igual que al resto de los jubilados y pensionados del país. "El problema es que las provincias no siempre envían información completa de sus beneficiarios y muchas veces se abulta la nómina de jubilados para usar fondos en otros rubros", destacó un funcionario de la Casa Rosada.
Para fines de año Macri emplazó a las provincias a dar a conocer cuál es el déficit efectivo de esos 13 distritos que puedan firmar con ANSES una caja de financiamiento para sus jubilados.
¿Qué pasará con las provincias que no avancen con las pautas de armonización de sus cajas previsionales a la Nación? El decreto 894/16 estableció que se requerirá a las provincias completar el proceso de armonización normativa en plazo no mayor a 4 años. En caso de que no haya un ajuste de los sistemas provinciales a la Nación la ANSES está facultada para realizar quitas al monto de la asistencia comprometida. Es decir, se les dejará de cubrir sus déficit con el costo financiero que ello implica. Y a partir de 2021, no se asistirá financieramente a los regímenes provinciales que no hayan armonizado sus regímenes con la normativa nacional en la materia.
Para armonizar el sistema provincial a la Nación el gobierno exige a los gobernadores un reacomodamiento de la edad jubilatoria, el porcentaje de aportes y contribuciones, los años de servicio necesarios para jubilarse, el cálculo de determinación del haber inicial y la fórmula de actualización del haberes.
Hay provincias que fueron ajustando sus sistemas parcialmente. Por ejemplo, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Misiones y Santa Fe ajustaron la edad jubilatoria al régimen nacional. Las 13 menos Tierra del Fuego armonizaron el esquema de años de servicio pero ninguna de ellas estableció aun la determinación de haberes ni la movilidad jubilatoria.
En tal caso, se trata de una pulseada muy dura que deberá sortear la Casa Rosada para desbaratar de plano un sistema que le resultó muy beneficioso a muchos gobernadores en términos electorales.

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