El despacho de Cristina Kirchner en el Senado: las polémicas del pasado y las dudas sobre su próxima oficina
El despacho de Cristina Kirchner en el Senado: las polémicas del pasado y las dudas sobre su próxima oficina
La
ex presidenta volverá a la Cámara alta en diciembre, después de que
Unidad Ciudadana quedara segunda en Buenos Aires en las elecciones del
pasado domingo
Martes 24 de octubre de 2017 • 16:49
LA NACION
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En
el Senado todos lo saben: no es lo mismo ocupar un despacho en el
Palacio del Congreso que en el anexo (conocido como "la caja") o tener
una oficina en la planta baja que en el primer piso. También importa la
cantidad de metros cuadrados. Por eso, después de cada elección
legislativa se desatan negociaciones -a veces arduas- por los despachos.
Tras meses de expectativa sobre quiénes serán los nuevos legisladores en Buenos Aires, Unidad Ciudadana (UC) quedó en segundo lugar en las elecciones del domingo último, por lo que la ex presidenta Cristina Kirchner asumirá el próximo 10 de diciembre como senadora por la minoría. Uno de sus próximos pasos obligados será gestionar el despacho que ocupará durante los próximos seis años.
La designación de oficinas en la Cámara alta no se guía por reglas escritas, sino por usos y costumbres. La Secretaría Administrativa es quien designa, pero sólo formalmente. En la práctica, actúa como ejecutora de las decisiones de los senadores. En general, los salientes "heredan" sus oficinas a los entrantes. "Ni siquiera los presidentes de los bloques inciden en la decisión. Los despachos se heredan por afinidad", dijo un senador con mandato actual a LA NACION.
Más poder, más despachos
Un ex asesor de la oposición agregó que también juegan las presiones y los intercambios de favores, en muchos casos, cargos. De hecho, recordó una anécdota de cuando aún trabajaba en el Senado y Cristina Kirchner había sumado el cargo de primera dama al de senadora. "En 2003 la tucumana Delia Pinchetti (Fuerza Republicana) se preparaba para asumir una banca por Tucumán y la senadora Malvina Seguí, que llegaba al fin de su mandato ese año (por la misma provincia), le prometió su despacho. Días después le informó que había cambiado de opinión. Malvina le dijo a Delia que había sido presionada por Cristina, flamante Primera Dama [y senadora desde 2001], para que le cediera su despacho. A los pocos días, Malvina fue nombrada en el directorio del Banco Nación y Cristina desembarcó en el nuevo despacho en el Palacio. Lo que sí, mantuvo el que ya ocupaba en el anexo, para sus asesores", recordó.

En ocasiones se producen disputas, aunque pocas salen a la luz. La más reciente tuvo como protagonista a Máximo Kirchner, cuando el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, ordenó el año pasado una reubicación de los diputados "de acuerdo a los resultados electorales de octubre". El conflicto duró semanas y hubo versiones de que los asesores de Máximo pasaron varias noches custodiando sus oficinas. Finalmente, las autoridades de Diputados informaron que el hijo de la ex presidenta mantendría su oficina.

Más allá del tema del despacho, la gran pregunta hoy es si el bloque del PJ permanecerá unido o se romperá cuando la ex mandataria asuma en la Cámara alta. Hace meses las relaciones están agrietadas. Su presidente, Miguel Ángel Pichetto, considera que la ex presidenta debería armar un bloque propio después de haberse escindido del peronismo para las PASO al crear Unidad Ciudadana (UC). Pero en la bancada hay un grupo fiel a Cristina que quiere abrazarla al calor de la bancada. "El que esté incómodo con Cristina que abandone el bloque", dijo Marcelo Fuentes a LA NACION en agosto. Después de las elecciones y con la certeza de que Cristina ocupará una banca en el Senado, crece la expectativa sobre lo que pasará con el peronismo en la Cámara alta.
El despacho de Cristina
Cristina ocupó sendas bancas en el Senado durante tres períodos: 1995-1997; 2001-2005 (por Santa Cruz) y 2005-2007 (por Buenos Aires). Este año comenzará su nuevo mandato y en el bloque del PJ varios dan por descontado que la ex presidenta ocupará el despacho 32 D, que dejó en 2007 cuando asumió en la Casa Rosada. Se trata de un conjunto de oficinas amplias y luminosas ubicadas en la esquina del tercer piso que da a Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen, con vista a la Plaza de los dos Congresos. Hoy ocupa ese despacho la cuñada de Máximo Kirchner, Virginia García. Antes había sido designado a la senadora Alicia Kirchner (2005-2007). "Es considerado el despacho de la familia", dijo un ex asesor de la oposición que trabajó en el Congreso entre 2003 y 2009.Tanto en Unidad Ciudadana como en el entorno de la senadora García dijeron a LA NACION que hasta el momento no se evaluó cuál será el despacho que intentará Cristina que se le asigne. Y la Presidencia del Senado informó que aún no comenzó a discutir la nueva distribución.

Algunos senadores reniegan de las disputas por las oficinas. Otros las consideran una expresión de poder. "La guerra de los despachos es histórica. Yo nunca participé y nunca me importó", dijo la ex senadora Vilma Ibarra, que tuvo mandato entre 2001 y 2007. "Cuando asumí, pregunté cuáles estaban disponibles y fui directamente y sin problemas al anexo".
"El despacho sin dudas es importante", sostuvo en cambio Augusto "Choclo" Alasino, senador durante más de 10 años (1992-2001) y ex presidente del bloque del PJ. "Los senadores de primera están en el Palacio y los que están en la Caja prefieren estar en el Palacio, esto es así hace años".

De 30 a 300 m2
Los mejores despachos son ocupados en general por los presidentes de bloque, los senadores "históricos" y aquellos que tienen mayor relevancia política. Dos fuentes destacaron como ejemplo el caso del ex presidente Carlos Menem, que ocupa una banca hace 12 años. Su despacho es el más amplio y mejor ubicado: está en la planta baja del Palacio y mide 300 m2 (en general no superan los cien).
Una asesora que se desempeña en el primer piso del Palacio hace más de cinco años dijo a este medio: "Todavía nadie vino a medir los metros, pero la guerra despacheril es cruenta".
Sin embargo, el Secretario Administrativo recordó que en 2015 "no hubo ningún inconveniente" y auguró que este diciembre la situación se mantendrá en paz, sobre todo teniendo en cuenta que el FPV tiene 41 senadores y podría caer a 29 bancas. "El Frente para la Victoria tiene buena cantidad de senadores y después de los porcentajes de estas elecciones, el número se va a reducir. Les van a sobrar despachos".
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