Se cumplen 42 años del ataque de Montoneros al regimiento de Infantería en Formosa
Conocida como “Operación Primicia”, la intervención armada dejó como saldo la muerte de 28 personas, en su mayoría miembros del Ejército. Durante la mañana de hoy se oficiará una misa. A las 18 se realizará un acto central en homenaje de los soldados caídos
Durante toda la jornada de hoy tendrán lugar en la provincia de Formosa
diversas actividades para recordar a los soldados asesinados hace 45
años durante el ataque de Montoneros al Regimiento de Infantería de
Monte 29, intervención armada conocida como "Operación Primicia" que
dejó un saldo de 28 muertos.
El coronel Darío Gabriel Banchio, jefe de la unidad militar, aseguró en
declaraciones públicas que a las 8 se hará el responso y la ofrenda
floral en el Cementerio Virgen del Carmen, en memoria de los fallecidos.
En tanto, a las 11 se celebrará una misa en la capilla del barrio
Militar, mientras que el acto central está previsto para las 18 en la
plaza de armas del Regimiento.
El ataque, perpetrado el 5 de octubre de 1975, incluyó el secuestro del
vuelo 706 de Aerolíneas Argentinas con 102 pasajeros y 6 tripulantes a
bordo, siendo desviado de su ruta original para dirigirlo hacia la
capital provincial. También el copamiento del aeropuerto internacional "El Pucú", además del ataque al Regimiento 29, donde murieron 12 soldados, 9 integrantes de la organización guerrillera y un efectivo de la policía, entre otros.
Los miembros del Ejército asesinados fueron el subteniente Ricardo
Massaferro, el sargento Víctor Sanabria, conscripto Antonio Arrieta,
conscripto Heriberto Ávalos, conscripto José Coronel, conscripto Dante
Salvatierra, conscripto Ismael Sánchez, conscripto Tomás Sánchez,
conscripto Edmundo Sosa, conscripto Marcelino Torantes, conscripto
Alberto Villalba y conscripto Hermindo Luna.
El coronel Darío Gabriel Banchio, jefe de unidad del Regimiento de
Infantería de Formosa, pronunciará durante los homenajes el siguiente
discurso:
"Cuarenta
y dos años pasaron de aquella apacible y calurosa tarde del 05 de
octubre de 1975, oportunidad donde a través de la puerta de la traición,
ingresó a sangre y fuego a estas instalaciones un elemento paramilitar
irregular, llevando a cabo uno de los mayores ataques arteros,
planificados y ejecutados en la historia de nuestro país y que marcaría
para siempre a todos los aquí presentes".
"Ese
día, y pese a encontrarse el país bajo un gobierno democráticamente
elegido, la Organización Montoneros llevó a cabo una compleja operación
armada a la que denominaron 'Primicia', por ser la primera en su tipo,
demostrando así la capacidad militar alcanzada en esa época".
"De
esta múltiple operación participaron aproximadamente setenta
individuos, haciendo uso de diecinueve vehículos, una gran variedad de
armas de fuego, explosivos y equipos de comunicaciones, por lo que se
trató de una operación planificada y organizada por una estructura
jerárquica perfectamente definida y aprobada por sus máximos jefes".
"Aquí,
las acciones se iniciaron con el ingreso de la columna de vehículos a
través del puesto de la avenida Marcial Rojas, haciendo uso de un ardid
traicionero sobre la confianza del camarada".
"Una
vez adentro, algunos vehículos siguieron su marcha hasta estacionarse
frente a la Compañía Comando y la otra parte lo hizo por la calle que
está a mis espaldas, dejando a su paso surcos de sangre en la Compañía
de Monte A para detener su avance frente a la guardia, lugar donde se
librará un cruento combate".
"Impedidos
de lograr su objetivo abandonaron las instalaciones, llevando consigo
un puñado de armas, replegándose nuevamente al aeropuerto para darse a
la fuga en el Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas y en un Cessna de
cuatro plazas, aterrizando minutos después en una pista preparada para
la ocasión en una estancia cerca de Rafaela, provincia de Santa Fe".
"De
esta múltiple operación participaron aproximadamente setenta
individuos, haciendo uso de diecinueve vehículos, una gran variedad de
armas de fuego, explosivos y equipos de comunicaciones. No quedaban
dudas que la operación había sido planificada y organizada por una
estructura jerárquica perfectamente definida, y aprobada por sus máximos
jefes".
"Pero
estos foráneos, seudos estrategas, cometieron un grave error en su
planeamiento, subestimaron a un enemigo, nunca se imaginaron que los
hombres que prestaban servicio en este regimiento eran verdaderos
soldados, con sangre de quebracho, espíritu de algarrobo y sudor de
caraguatá, todos ellos dispuestos a cumplir su juramento de defender la
patria hasta perder la vida, evitando así que Dios y la Patria se lo
demanden".
"Trece
héroes formoseños escribieron sus nombres en el bronce de las páginas
de gloria del Ejército Argentino, de la provincia de Formosa y de
nuestra querida República, y en su representación nos acompañan hoy sus
familiares. Reciban ustedes nuestro más cálido y sentido agradecimiento".
"Hoy,
aquí y ahora, se encuentran formados en esta plaza de armas de La
Victoria, los héroes que aquel día defendieron su cuartel con bravura,
coraje, temple y tenacidad. Todos ellos mantienen viva la esencia del
soldado- el cumplimiento de la misión-".
"Vuestra
presencia fundamenta nuestra labor, nos enorgullece, nos motiva, nos
obliga a ser cada día mejores y nos da la fuerza necesaria para mantener
el prestigio de este glorioso regimiento".
"Vaya
también nuestro reconocimiento a todos aquellos héroes anónimos de las
fuerzas de seguridad y policiales, muestra cabal de la integración
mancomunada de las instituciones en defensa del patrimonio de La Nación".
"Invoquemos
a Dios nuestro Señor, a la Virgen de La Merced, Generala y Patrona del
Ejército Argentino y a la Virgen de Itaí, Patrona de las tropas de
Monte, para que otorgue a los caídos el descanso eterno, y a todos aquí
presentes, la fortaleza de poder ser dignos herederos de esta enseñanza,
por el bien de nuestra Patria y de esta querida tierra formoseña".
"Soldados
de Monte, honremos a los ausentes, aprendamos de los presentes,
mantengamos la mística del infante y que retumben en nuestros corazones
cual Credo sagrado, las palabras del soldado Hermindo Luna: 'Aquí no se
rinde nadie carajo'".
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