Ocho definiciones de Beatriz Sarlo a dos años de la llegada de Mauricio Macri al poder
La prestigiosa ensayista analizó la gestión de Cambiemos, el "obediente y oportuno fantasma de la herencia kirchnerista" y las cualidades del primer "presidente gerenciador"
1.
"Las últimas elecciones mostraron que Macri y su portaviones llamado
Cambiemos todavía tienen resto. Por un lado, mérito suyo. Por el otro, el obediente y oportuno fantasma de la herencia kirchnerista".
2.
"Cuando se menciona la herencia del kirchnerismo, este capital político
debe contabilizarse como parte de lo recibido: con tal de que no vuelva
Cristina (ni la dulce, vestida de celeste, ni la agresiva abogada de
las carteras y los cinturones anchos), se prefiere la alternativa
macrista. La sombra de Cristina presta sus servicios".
Los objetivos cuantificables no se cumplieron (inflación, inversiones y creación de empleos). Nos quedan, en consecuencia, los sueños
3. "Macri es nuestro primer presidente gerenciador.
Aunque fue ocho años jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, no
tiene pasado político en el sentido en que lo tuvieron Alfonsín, Menem o
Kirchner. Muy poco de lo que sabe lo aprendió en los partidos. Muy poco de lo que sabe lo leyó en los libros".
4.
"Han pasado dos años de Macri como presidente. Fue a Davos a pocas
semanas de asumir y anunció (con el cómplice optimismo de la mayoría de
los medios periodísticos locales) que todo empresario con el que se
cruzaba estaba dispuesto a invertir en Argentina. Esa seguridad fue un fracaso".
5.
"Macri caía preso en la espontaneidad de sus deseos, lo que demuestra
la persistencia de las ideologías cuya defunción se ha declarado a los
cuatro vientos. En estos dos años, el Presidente trató de convencer y
entusiasmar con un discurso simple: felicidad, autoconfianza, sueños. Le
agregó la idea, no por conocida menos equivocada, de que la Argentina
es un 'gran país', otra imaginaria base de la ilusión".
6.
"Pero un gerenciador no puede ser medido solamente por sus deseos. Y
ésa es la cuestión que Macri no logró solucionar. Creyó que sus hermanos
empresarios le entregarían su plata y su confianza. Creyó que le
creerían. Sin embargo, por ahora las únicas inversiones son las que el
Estado, que había que achicar, hace en infraestructura".
7.
"Macri aprendió que la razón técnica no alcanza para dirigir los
intereses de los empresarios y atender las necesidades de los pobres.
Aprendió que el tiempo político no depende enteramente de las órdenes
impartidas ni de los conmovedores deseos".
8. "Hay algo que no aprendió y que debería exigírsele. Un
político gerenciador debe mostrar objetivos cuantificables y
controlables. Los objetivos cuantificables no se cumplieron (inflación,
hipótesis optimistas de inversiones y creación de empleos). Nos quedan, en consecuencia, los sueños. Despierte, señor Presidente".
Las definiciones de Beatriz Sarlo forman parte de la columna de opinión titulada "Cuidar al capital" que fue publicada por la edición impresa del matutino porteño Perfil.
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