Murió el ex combatiente que izó por primera vez la bandera argentina en Malvinas en 1982
Tenía 81 años y falleció tras sufrir un infarto mientras manejaba a la altura de Chivilcoy
Eran las 6:45 de la mañana del 2 de abril de 1982 cuando el ex combatiente Guillermo Rodríguez
pasó a ser una parte importante de la historia del país: fue el primer
argentino en izar la bandera nacional en un cuartel de la marina
británica en las Islas Malvinas. Lo que ocurrió a partir de ese momento es conocido y el entonces soldado se convirtió en un héroe.
A más de 36 años de aquella gesta, el oriundo de San Juan protagonizó
un trágico episodio que le costó la vida. Ayer por la tarde, mientras
manejaba en compañía de su mujer por una ruta a la altura de la
localidad de Chivilcoy sufrió un infarto y chocó. Mientras era llevado por la ambulancia, el veterano no aguantó y antes de llegar al hospital murió.
La historia de un héroe
Aquella fría mañana de abril, Guillermo tenía el cargo de Suboficial Mayor de Infantería de Marina
y encargado de la agrupación de comandos anfibios que descendieron del
buque Santísima Trinidad y dieron comienzo al conflicto con Gran
Bretaña.
"Una alegría bárbara sentí", comentó el ex combatiente en la última entrevista que brindó hace algunas semanas al diario La Gaceta.
"Giachino (jefe de otra patrulla de comandos anfibios) me encuentra y
me dice: Mayor, vio estamos en Malvinas, y le digo sí señor por fin se
cumplió, y él me dice 'no me llame señor, llámame Pedro que estamos en
combate'". Esa sería la última vez que vería con vida a Giachino, quien
fue herido de muerte a las pocas horas durante la toma de la casa del
gobernador de las islas.
El hombre no se cansaba de mostrar la fotografía del histórico momento, en donde también está el comandante Guillermo Andrés Sánchez Sabarots, ambos con las caras pintadas y el uniforme de los comandos.
"Desembarcamos la noche del 1° de abril,
a las 23:15 tocamos playa. Todos nos pusimos contentos, porque siempre
habíamos estado haciendo ejercicios todos los años y se dio la
oportunidad real que era ir a Malvinas", añadía el veterano. Sin
embargo, al llegar al cuartel de la marina inglesa, con un megáfono
solicitaron la rendición de las tropas británicas. Pero en el lugar no
había nadie y los ingleses ya los estaban esperando.
"Ellos sabían que nosotros íbamos y lo habían desalojado el día 1° a
las ocho de la mañana y se fueron a cubrir los puntos estratégicos que
ellos consideraban como la casa del gobernador, el aeropuerto, el faro,
el puerto y dos o tres más", recordó.
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