Córdoba: una fundación de ingleses y argentinos hace 100% de producción orgánica






Córdoba: una fundación de ingleses y argentinos hace 100% de producción orgánica

Cría sobre campo natural en Las Dos Hermanas
Cría sobre campo natural en Las Dos Hermanas Crédito: Gentileza Las Dos Hermanas
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4 de junio de 2018  • 02:32
CÓRDOBA.- Ser ambientalmente sustentable, producir y ganar dinero. Todo eso es posible a la vez. Ese es el mensaje con el que insisten desde la estancia Las Dos Hermanas, de 4200 hectáreas ubicadas en Arias, en el departamento cordobés de Marcos Juárez.
Hace 35 años, el establecimiento resolvió no usar agroquímicos ni fertilizantes con químicos y, después, extendieron el concepto a las semillas genéticamente modificadas.
Marcelo Frías, administrador de la estancia, señaló a LA NACION que parte de la función es que a quien le interese un "modelo que es rentable" lo pueda replicar.
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Las Dos Hermanas es refugio de Vida Silvestre desde 1989. Es área natural protegida e integra la Red Argentina de Reservas Naturales Privadas. También es parte de Aves Argentinas (ONG que trabaja por la revalorización y el cuidado de las aves), de Alianza del Pastizal y del Movimiento Argentino de Producción Orgánica (Mapo).
"Tenemos un fuerte compromiso con la conservación y lo plasmamos produciendo de manera amigable", dijo Frías. Las 4200 hectáreas están certificadas como 100% orgánicas. Allí se hace ganadería orgánica, agricultura y conservación de la biodiversidad.
La estancia pertenece a una fundación (integrada por cinco ingleses y tres argentinos) a quienes dejaron las tierras las hermanas Raquel y Pamela Schiele, quienes heredaron el campo del que se fueron muy niñas cuando murió su papá. Regresaron a Inglaterra pero en 1947 comenzaron a hacer largas visitas y se instalaron. Ellas ordenaron no usar más agroquímicos.
"Hacemos la agricultura que se hacía antes de la irrupción de los agroquímicos. El manejo de las malezas es conociendo las malezas de los lotes, hacer el manejo adecuado ya sea con labores previas y combate mecánico haciendo rotativa una o dos veces, un escardillo vibro, un escardillo y finalmente limpieza manual con una cuadrilla", explicó.
En agricultura extensiva la estancia -que es miembro de Pampa Orgánica Norte, integrada por ocho grandes productores- hace cultivos de invierno (avena, cebada, centeno y trigo) y de verano (girasol, soja, maíz, sorgo y productos especiales como maíz pisingallo y girasol de confitería).
Destinan a la actividad 1000 hectáreas con un rinde promedio de 2,5 toneladas por hectárea; lo que implica una producción de unas 3 millones de toneladas al año. En granos el mayor demandante es Estados Unidos, aunque también proveen a emprendimientos internos medianos y chicos.
"Los rindes de soja son de 2 toneladas por hectárea y los de trigo 2,5 toneladas por hectárea. Tenemos mejores precios que lo convencional, 35% más en promedio en los granos, y menores costos", explicó.

Escardillado en un lote de girasol en el campo
Escardillado en un lote de girasol en el campo Crédito: Gentileza Las Dos Hermanas

Ganadería

Cuentan con 6000 cabezas de ganado. Hacen cría, recría y engorde tanto para atender el mercado interno como para exportar (principalmente a Europa). Para el consumo doméstico venden a través de la marca MOO (Meet Organic Organization), que formaron junto a otros productores orgánicos.
Frías apuntó que la demanda de productos orgánicos en la Argentina crece de la mano de las nuevas generaciones "que ya tienen una cultura del cuidado del ambiente y de la sustentabilidad".
Entiende que, desde los gobiernos, empezó a extenderse el apoyo y, en conjunto, hace que la demanda se fortalezca.

Investigación

La Fundación Las Dos Hermanas -que no recibe donaciones ni subsidios- apoya con sus recursos cinco líneas de investigación del Conicet que se realizan en 500 hectáreas del campo que "nunca" fueron explotadas ni intervenidas.
"Existen muy pocas zonas así en la Argentina de pastizal pampeano", dijo Frías. En ese espacio los técnicos hacen seguimiento de la población y de la evolución de los pastos y cuatro monitoreos al año de aves (hay 150 especies).
Además, en la laguna Las Tunas miden la calidad del agua y la evolución de los anfibios y otro equipo controla los suelos y los animales de tierra (lombrices y ácaros). "Todo esto nos permite contar con indicadores y líneas de base de monitoreo para automedirnos y avanzar en nuestro trabajo", resumió Frías.

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